¡Oh nuestra Señora de Fátima!
Dulcísima Virgen María que depositaste en todos nosotros mensajes de paz, amor y esperanza.
Tú que cargas sobre tu espalda miles de devotos y que escuchas nuestras peticiones con paciencia y esmero.
Hoy acudo ante ti para que puedas socorrerme en estas horas de duda en las que solo tú me podrás ayudar.
Permíteme superar esto que estoy atravesando y haz que el milagro se apodere de esta situación para que yo, con tu agraciado manto, pueda regocijarme con los dotes de ser un fiel devoto.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario